Cuánto gastan los electrodomésticos

¿Cuánto gastan los electrodomésticos de casa?

El consumo energético residencial representa una parte significativa del consumo total del país. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), la energía consumida en los hogares españoles supone aproximadamente un 30% del consumo energético total, una cifra que refleja la dependencia de los hogares de la electricidad y el gas para sus necesidades diarias. Este consumo energético se distribuye entre diferentes fuentes, con los electrodomésticos jugando un papel fundamental.

Los electrodomésticos han revolucionado la forma en que vivimos, facilitando tareas cotidianas y mejorando la calidad de vida en los hogares. Sin embargo, esta comodidad tiene un coste energético considerable. Desde el frigorífico que funciona las 24 horas del día, hasta el microondas que usamos para calentar rápidamente nuestras comidas, cada electrodoméstico contribuye al total del consumo energético del hogar. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) subraya que el uso eficiente de los electrodomésticos podría reducir el consumo energético de los hogares en hasta un 25%.

La elección de electrodomésticos eficientes y la adopción de hábitos de consumo responsables no solo son cruciales para reducir la factura eléctrica, sino también para mitigar el impacto ambiental. España, con una dependencia energética del exterior superior al 75%, necesita optimizar el uso de sus recursos energéticos​.

A continuación, analizamos el impacto de los principales electrodomésticos en el consumo energético de los hogares y las mejores prácticas para minimizar su impacto.

 

Electrodomésticos y su consumo energético

    • Frigorífico:

Es el electrodoméstico que más energía consume en una vivienda, representando cerca del 19% del total de electricidad consumida. Esto se debe a su funcionamiento continuo, 24 horas al día, 7 días a la semana. Aunque su potencia no es muy alta (alrededor de 200 vatios), el uso constante lo convierte en un gran consumidor. Para reducir su impacto energético, es recomendable mantenerlo en un lugar ventilado y alejado de fuentes de calor, así como descongelarlo regularmente para evitar la acumulación de escarcha, lo cual puede aumentar su consumo hasta un 30%.

    • Lavadora y secadora:

La lavadora está presente en casi todos los hogares españoles y su consumo depende en gran medida del tipo de ciclo utilizado y de la temperatura del agua. Usar ciclos cortos y a bajas temperaturas puede reducir el consumo energético. La secadora, aunque menos común, es otro gran consumidor debido a su alto consumo de energía, especialmente si se utiliza con frecuencia y sin aprovechar las horas de menor coste energético.

    • Aire acondicionado:

En los meses de verano, el uso del aire acondicionado puede disparar el consumo energético del hogar. Para mantener el confort sin gastar en exceso, es aconsejable mantener una temperatura de 25 grados y asegurar un buen aislamiento de la vivienda para conservar el frío. Además, el uso de ventiladores puede reducir la necesidad de aire acondicionado, ya que producen una sensación de descenso de temperatura de entre 3 y 5 grados, con un consumo eléctrico mínimo​.

    • Horno y Microondas:

El horno eléctrico, aunque no se usa de manera continua, tiene un consumo alto cuando está en funcionamiento. Es importante utilizarlo de forma eficiente, aprovechando el calor residual y evitando abrir la puerta durante la cocción. El microondas, por su parte, es más eficiente para calentar pequeñas cantidades de alimentos, por lo que es preferible a la hora de recalentar comidas en lugar del horno.

    • Lavavajillas:

El lavavajillas es un electrodoméstico muy práctico, pero su consumo energético puede ser significativo. En promedio, representa alrededor del 2% del consumo energético de un hogar. Al igual que con la lavadora, el uso de programas ecológicos y de carga completa puede ayudar a optimizar su eficiencia. Utilizar el lavavajillas en las horas valle y asegurarse de que los filtros estén limpios también contribuye a reducir el gasto energético. Además, muchos modelos modernos cuentan con tecnologías que optimizan el uso de agua y energía, lo que los hace más eficientes que el lavado manual.

    • Calentador de Agua:

El calentador de agua, ya sea eléctrico o a gas, puede ser uno de los mayores consumidores de energía en un hogar. En promedio, puede representar hasta el 14% del consumo total de energía. Es recomendable ajustar la temperatura a unos 60 grados Celsius para evitar un gasto innecesario, y considerar la instalación de sistemas de calentamiento solar, que pueden reducir significativamente el uso de energía convencional.

    • Televisores y equipos de entretenimiento:

Aunque no son electrodomésticos “esenciales”, los televisores y otros dispositivos de entretenimiento (como consolas de videojuegos y reproductores de DVD) pueden sumar un porcentaje notable al consumo energético. Los modelos más antiguos tienden a consumir más energía. Optar por televisores LED o LCD y desconectar los dispositivos que no se utilizan puede ayudar a reducir el gasto energético. Además, utilizar regletas con interruptores permite desconectar varios aparatos a la vez y evitar el consumo en modo stand-by.

    • Aspiradora:

Las aspiradoras, aunque se utilizan en intervalos, pueden tener un impacto en el consumo energético. Una aspiradora convencional puede consumir entre 500 y 2000 vatios. Optar por modelos con tecnología eficiente, como las aspiradoras sin bolsa o de bajo consumo, puede ayudar a reducir el gasto. También se recomienda usarla con regularidad para evitar acumulaciones de polvo, lo que podría requerir un uso más intensivo del aparato.

    • Plancha:

La plancha puede consumir entre 1000 y 3000 vatios, lo que la convierte en uno de los electrodomésticos más energéticos durante su uso. Para optimizar su consumo, es recomendable planchar grandes cantidades de ropa de una sola vez y usarla cuando ya esté caliente, aprovechando el calor residual. También se puede considerar el uso de una plancha de vapor, que generalmente es más eficiente en el uso de energía.

 

Eficiencia energética y etiquetado

La eficiencia energética de los electrodomésticos ha mejorado notablemente en los últimos años, en gran parte gracias a la implementación del sistema de etiquetado energético. Este sistema clasifica los electrodomésticos en diferentes categorías, desde la clase A (más eficiente) hasta las clases inferiores. Elegir aparatos de clase A o superior no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede reducir significativamente el consumo energético del hogar.

La etiqueta energética proporciona información clara sobre el consumo de energía del dispositivo, permitiendo a los consumidores tomar decisiones informadas. Sin embargo, al seleccionar un electrodoméstico, es fundamental considerar otros factores, como el tamaño y las características del aparato. Por ejemplo, un modelo más grande o con funciones adicionales puede tener un consumo energético mayor, incluso si tiene una clasificación alta.

El IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) señala que el uso de electrodomésticos eficientes puede suponer un ahorro de hasta un 50% en comparación con modelos menos eficientes. Esto se traduce no solo en una reducción de la factura eléctrica, sino también en una menor huella de carbono, contribuyendo así a la sostenibilidad y al uso responsable de los recursos energéticos.

Además, la adopción de hábitos de uso eficientes, como programar el funcionamiento de los electrodomésticos en horas valle o realizar un mantenimiento adecuado, puede maximizar aún más estos beneficios. En conjunto, la elección de electrodomésticos eficientes y el uso consciente de la energía son pasos clave hacia un hogar más sostenible y económico.

 

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